Con esta Mousse de Calabacín damos por terminada la semana de nuestro invitado especial, me parece que hemos estado comiéndolo durante meses, así que en los próximos días le daremos un merecido descanso!!!

Además de hablar de esta receta que ha quedado genial y es ideal para servir como entrante, plato principal de una cena ligera o para acompañar carnes y pescados, no puedo dejar de comentar sobre un artículo y unas fotos que desde que las vi impactaron y llamaron mi atención. Me he transportado en el tiempo con sólo verlas. ¿Cómo pueden unas fotos y una comunidad de personas que viven en la actualidad ser reflejo tan vivo de épocas anteriores?… Fascinación total es lo que he sentido por lo que transmiten estas fotos y su historia. Les presento a los Menonitas y a Jordi Ruiz Cicera, el fotógrafo que logró no sólo hacer, sino captar en fotografías la esencia de su estilo vida, sencillo, sin electricidad, coches, ni otros progresos de la vida moderna. Tanto los menonitas como los amish buscan establecerse en lugares donde sus prácticas sean aceptadas sin interferencia de la sociedad o el estado. En fin unas fotos preciosas que seguro te gustarán. Puedes verlas pinchando en el enlace.

Después de ver unas fotos tan encantadoras, nos ponemos con la mousse, que aunque en esta receta no se prepare de la forma tradicional con las claras montadas a punto de nieve o crema de leche batida, la textura es bastante parecida, además es una versión mucho más light, menos calórica y más sana.

El proceso de preparación de esta mousse de calabacín es muy sencillo, lo primero que debemos hacer es lavar y cortar el calabacín junto con la cebolla. En una olla con aceite de oliva saltear ambas cosas hasta que queden blandos y transparentes. Una vez listo se agrega el caldo de pollo y los huevos, se tritura todo y se pasa al molde donde llevaremos al horno en baño maria, durante unos 45-50 minutos, dependiendo del horno de cada uno. Para saber si está hacemos metemos un palillo y si sale limpió puedes retirarlo del horno. Deja enfriar y decora con unos pimientos del piquillo por encima para servirlo. Se puede mantener en la nevera durante varios días.

Hasta la próxima semana, les dejo un pedacito de aquella famosa canción de los Temptations que tanto me gusta.

I’ve got sunshine on a cloudy day
When it’s cold outside I’ve got the month of May

I’ve got so much honey the bees envy me
I’ve got a sweeter song than the birds in the trees.