Se me hace la boca agua de pensar en mi mantequilla de cacahuete cremosa y toque de vainilla. Sólo hay otra cosa que me gusta tanto como ésta, la de almendras!!! Aunque soy muy fan de estas mantequillas caseras, es importante cuidar las cantidades porque contienen muchas grasas que aunque sean saludables, en grandes cantidades podrían ser perjudiciales.

En los últimos años las mantequillas caseras han cobrado mucha popularidad, principalmente porque son muy fáciles de hacer y porque haciéndolas en casa puedes controlar o eliminar los azucares añadidos, que las comerciales por lo general contiene en altas cantidades, entre otros ingredientes que pueden resultar problemáticos para ciertas intolerancias.

Esta mantequilla de cacahuete es súper deliciosa, cremosa y muy fácil de untar. Mi forma favorita de comer la de cacahuete es con frutas –plátano (guineo) y manzanas- con mis gachas (avena) mañaneras y también la he utilizado para mis batidos de frutas. Hay tantas cosas que se pueden hacer con ella que es fascinante, galletas, bites cubiertos de chocolate, aderezos para ensaladas y muchos más, próximamente les enseñaré otras recetas donde se puede utilizar, así que vayan preparando los cacahuetes y el procesador de alimentos.

 Los cacahuetes o maní se pueden comprar pelados y tostados sin sal en algunos lugares, sino lo consigues de esta manera, lo único que tienes que hacer es ponerlos en el horno a 180°C durante unos 8-10 minutos sin dejarlos quemar, y cuando se refresquen, pelarlos si hace falta y ponerlos en el procesador de alimentos unos 5 minutos hasta que se hayan vuelto crema.

Una vez que esté lista la almacenas en un frasco con tapa y la puedes guardar en la despensa durante varias semanas, no hay necesidad de refrigerarla. Yo suelo dividirla en dos botes y dejar una en casa y una en la oficina.

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