Desde hace poco más de dos años en un día de limpieza, encontramos una licuadora en nuestro trastero que, a día de hoy, no sabemos cómo llegó allí. Lo cierto es que al verla tuve la sensación de estar viendo una estatuilla de los Oscars, brillante y dorada como el sol -sobra decirles que la licuadora estaba llena de polvo, arrinconada y en estado de inconsciencia-. Me trajo recuerdos de toda una vida, de mi tierra caribeña, sus batidos de fruta y los cocos de agua a orillas del mar…así que la cogí con mucho cariño y la subí a casa para limpiarla y estrenarla.

Aunque siempre hemos tenido fruta en casa, esta es una manera distinta de aprovecharla, muy divertida, fácil y rápida de preparar, pero que no debe sustituir nunca el consumo directo de la fruta comida como tal.

Si eres de los que no alcanzan a comerse la fruta antes de que empiece a ponerse mala, te recomiendo prepararlas en bolsitas y congelargas cortadas y combinadas como más te gusten.

Las frutas estan cargadas de vitaminas, antioxidantes, minerales y fibras que nos proporcionan energía a través de su alto contenido en hidratos de carbono, pero es importante cuidar las cantidades.